12.1.08

Ángeles desahuciados





No sabía si empezar ya (0:26am)a escribir este post, o esperarme a la semana que viene. Al final la impaciencia y el deseo irrefenable de contaros, han podido conmigo.







Hoy he empezado mi primer día como voluntaria en trabajo de campo. Me puse en contacto con el Hogar de Luci para ver dónde podía echar una mano, y me han encomendado la tarea de ir a la perrera de Majadahonda.

El caso, es que en dos días y poco ya me habían llamado casi todas: Elena, Nuria, Almudena, Raquel y Olivia, y me habían contando un poco, entre las prisas y la emoción, cómo funcionaban. Al final quedé con Núria para ir a la perrera hoy.

El día no era de lo más propicio, si no todo lo contrario, empezaba a lloviznar y hacia un frio toledano.
El camino de tierra para llegar era como el rally dakar, ¿y yo? pues como Carlos Sáinz, igualita. Al final el aparcar en una semicuneta en cuesta ha merecido la pena, porque Núria me ha recibido con los brazos abiertos. Y eso que casi se rie cuando me ve aparecer porque ella ,que ya está curtida en estos menesteres, llevaba impermeable y botas de agua, y yo a lo más que he acertado a ponerme ha sido una gorra, un jersey gordo y unas botas de campo que de impermeables tienen poco.

Enseguida nos hemos ido a conocer a los perros y entre tanto ladrido y pasar de chenil en chenil viéndoles a todos casi no me iba quedando ni con caras, ni con razas, ni con nombres. Núria me ha ido explicando todo como funciona, como hay que sacar a pasear a los que llevan más tiempo sin salir del chenil (¡¡hasta días!!), donde está la comida, las chuches, las correas, y las pelotas y juguetes que andaban dispersos por toda la finca. Luego de pasear a dos o tres y explicármelo todo bien, Núria se ha ido y me he quedado sola con la tarea encomendada de pasear a Cuca, Spay, Thusa, Punky y Buster.

A Cuca no ha habido manera, tenía mucho miedo, y se encogía en el fondo del chenil dentro de la caseta y no he querido forzarla. El resto han sido estupendos, se han pegado unas carreras tremendas, pese a la lluvia, al barro a todo... disfrutando de cada momento como si fuera el último. INCREIBLE.

Buster ha sido todo ternura, que miedito tenía al principio pero que valiente ha sido. En cuanto ha salido del chenil en vez de salir corriendo como un loco afuera se ha ido a buscar a otra perrita (o perrito no me acuerdo muy bien). Deben ser amigos.
Con Spay sin problema , el a su rollo cagando en todo cuanto podía y tranquilamente.
Cuando he sacado a Thusa me he muerto de la risa, está loquísima. Ha salido escopetada y se ha pegado unas carreras que me ha dejado clavada en el sitio. Luego claro, se le torcía una oreja y parecía un poco hiena y ahi ya me mataba del todo.
Y con Punky también muy bien, pero al meterle en el chenil el tio no quería y se ha ido corriendo a ver a otro amigo/a que tiene y ha sido un momento increible, los dos mirándose, tocándose con el morro, el resto de los perros alterados por la carrera, y yo sin saber que hacer, empapada de lluvia y con el corazón en un puño. Le he llevado a su chenil, la puerta chirriaba, Punky quería salir, he pegado un portazo y me he derrumbado. He llorado todo lo que estaba conteniéndome desde que entre por la puerta verde de la perrera. He llorado por Punky, por los cachorros empapados esperando un mimo, por los ojos pequeños y miel de Amadeus que con tanto miedo me miraban, por los grandes y aterrorizados de Ulises que se caia al meterse en la caseta... He llorado cuando he sostenido a dos cachorros en mi regazo y cuando he echado el cerrojo dejandoles atrás. He llorado cuando les he dado dos rondas de chuches e iba uno por uno leyendo sus nombres.



Me estaban haciendo la vida más fácil al enseñarme que todas las putas claves para encontrar la felicidad que buscamos eran tan simples como eso. Como mirar a los ojos a un ángel desahuciado. A alguien que no lo tuvo tan fácil como tú y sin embargo te sostiene la mirada que aún alberga más ternura de la que puedas llegar a conocer en cualquier otro sitio. Sin embargo que complicado lo veo todo , a través de mis ojos humanos por los que pasan políticos, gente sin corazón, cheniles con cerrojos , leyes injustas y familias rotas. Qué fácil pasa todo en ese segundo, en ese instante en que te prestan sus ojos para que veas en que consiste lo absurdo y maravilloso de la vida; en como podrías tenerlo todo aunque no tuvieras nada.

A mis ángeles