Llegan las Navidades, o eso dice el Corte Ingles. Yo, haciendo caso de las sugerencias que Elena me hace con los textos, me toca hablar de una época controvertida como pocas donde el combate de todos los años se celebra. A un lado del cuadrilátero el consumismo, con su bata dorada y sus gafas nuevas de D&G y al otro los valores éticos, con un tomate en el calcetín derecho y su capa de remiendos. En el publico encontramos de todo, los que apostaron ciegamente por el consumismo y los acérrimos de la ética. Al fondo, los indecisos, absurdos ellos, quienes creen poder tenerlo todo. Y yo, aquí de árbitro en este combate mano 
a mano entre dos púgiles bien pesados, os propongo un reto:
¿Qué tal si no renunciamos a las luces de colores, a los villancicos y a los polvorones pero a cambio le damos un sentido nuevo? Esta Navidad adelantemos un poco la lista de los despropósitos de Año Nuevo y pensemos en aumentar la familia.
Algunos al leer esto, ya se habrán echado las manos a la cabeza, presas del pánico, contando con los dedos de las manos y de los pies lo que van a hacer con los 200 euros por cabeza del gobierno. Relajaos, es más simple que todo eso. Mucho mas simple que andar cambiando pañales, que mecer a pequeños que llorar y que preparan biberones entre las doce uvas que despiden el año. Desde EHDL queremos proponeros que adoptéis a un abuelete este año.
Queremos que vosotros también encontréis la energía y amor que nos dan a nosotros este colectivo tan especial.
Hay muchas falsas creencias a la hora de aumentar la familia, de atreverse a la adopción. La primera y la que nos ocupa en este artículo es la juventud del deseado. No es empezar la casa por el tejado adoptar a un anciano. No es saltarse pasos. Es dar una oportunidad a quien se ha visto privada de ella antes. Es ahorrarse toda la educación desde el principio que es la más dura, corrigiendo y delimitando simplemente las pautas de convivencia.
Dijo Picasso que cuando mas viejo decían que estaba para una cosa, él procuraba hacerla enseguida. Es el claro ejemplo de nuestra reina del santuario Kira, una pastora alemana que no pierde las ganas de jugar en ningún momento, ella va con su pelota a todas partes siguiéndote donde quiera que vayas.
El joven conoce las reglas, pero el viejo las excepciones. Oliver Wendell Holmes
Es el claro ejemplo de nuestro Víctor. La vida lo ha tratado tan mal que el ya sabe lo que existe por regla general, pero bien sabe que tu, su nueva familia eres esa excepción maravillosa que esta por venir.
En la juventud, la belleza es un accidente de
Es el caso de nuestra África a quien envejecer no ha hecho si no favorecer su mirada seductora y andar armonioso. 
Queremos que estas Navidades hagais una apuesta segura, este año no depositéis toda vuestra ilusión en un papel que os anuncie un señor calvo bien parecido, haced vuestra mejor inversión en valores tan rentables como familia, amor, amistad a un riesgo cero. El hogar de Luci, brokers de corazones, os lo garantiza.
